Y cierro los ojos temblando
esperando que el tiempo me lleve
sintiendo un vacío completo que vuelve incesantemente
El tiempo se dilata y se espesa impidiéndome avanzar sin ti.
Solo alcanzo recuerdos de lo que fuimos.
Nuestras promesas ocultas en huchas
o enterradas bajo las constantes olas
que rompen con fuerza en nuestra orilla.
Abro los ojos y el tiempo no ha avanzado
me arrastra, lo siento, vuelvo a la nada.
No, no quiero. Busco algo que hacer.
No lo consigo, no puedo, tu lo llenas todo.
Derrumbándome mientras hago que hago cosas
que consigan que piense que no estoy pensando en ti, apareces tú.
Toda tú, conmigo
Y cierro los ojos temblando
esperando que el tiempo me lleve
sintiendo un vacío completo que vuelve incesantemente
El tiempo se dilata y se espesa impidiéndome avanzar sin ti.
Solo alcanzo recuerdos de lo que fuimos.
Nuestras promesas ocultas en huchas
o enterradas bajo las constantes olas
que rompen con fuerza en nuestra orilla.
Abro los ojos y el tiempo no ha avanzado
me arrastra, lo siento, vuelvo a la nada.
No, no quiero. Busco algo que hacer.
No lo consigo, no puedo, tu lo llenas todo.
Derrumbándome mientras hago que hago cosas
que consigan que piense que no estoy pensando en ti, apareces tú.
Toda tú, conmigo
Y es tan difícil estar ahora solo otra vez, sin ti, conmigo, en la misma habitación nuestra.
Apenas puedo no pensar en que volveré a dormir solo, que mañana al despertar no podré abrir los ojos, mirarte, apretar tu cuerpo desnudo contra el mío y volverme a dormir, sabiendo que todavía estás a mi lado y que aún queda mucho tiempo para despertarme otras muchas veces esta mañana, contigo.
Quiero dormir siempre juntos, que las noches sean solo nuestras y tu seas solo mía.
No puedo dormir, todavía te puedo respirar en el aire y ver sobre mi cama. Un gran vacío de ti me invad
Tu siempre tu,
en la inmensidad de la noche
bajo las estrellas asoladoras
y a la luz de la Luna,
pienso en ti.
Arropado por el frío,
mientras los árboles sometidos
a la impasividad del viento
me susurran e inspiran
noches de mayor soledad,
sigo pensando en ti.
Intentando dormir
en una oscuridad absoluta,
arrebatadora de todo sentimiento,
y escuchando el sonido atronador
de un reloj que no se para, como
si mi alma se desvaneciese
junto con sus segundos,
se me ensancha el pecho y
tu nombre estalla resonando
en toda mi cabeza, sonrío,
sonrío más que nunca,
vuelvo a pensar en ti.
Y en este mismo instante,
en un mundo en que las cosas
suceden cuando y cuantas veces
se desee que sucedan,
veo como los primeros brazos de un Sol asolador
empiezan a abrazar tu piel todavía mía y como,
despegando tus labios de los mios, te arrastran con él.
Abandonándome.
Obligándome a buscarte en rincones
en los que sé que no estas
y a soñar con que aún no te has ido.
Pero sólo hasta que sus brazos desaparezcan
y nos volvamos a esconder bajo la Luna,
entonces, volverás a ser sólo mía
y yo seré sólo tuyo
y el mundo será sólo nuestro
Amarga lágrima que resbala
sobre tu piel y avanza,
filtrándose ante cada poro, hasta
caer priosionera de tus labios,
cárcel de amor, para,
poco a poco, terminar
fuindiéndose en la inmensidad de tu boca.
Lágrima, esa lágrima tuya, anhelo ser.
Para después de haber sido devorada infinitamente
por tu irresistible boca, volver a caer
una última vez y dejar ahora que roces
tú tu piel sobre la mía y apresar, para siempre,
tus labios bajo los míos.